A mother and child reading a colorful book together, enjoying quality time indoors.
Quién soy

Mucho antes de Creanzalia, estaba yo: Andrea

Cuando pienso en todo lo que me ha traído hasta aquí, no puedo evitar sonreír. Soy Andrea: psicóloga (en España), hija, hermana, amiga, viajera, soñadora… y profundamente humana.

Desde pequeña supe que quería ser psicóloga. No sabía con quién trabajaría, pero sí que quería entender las emociones, los vínculos, eso que a veces duele y cuesta nombrar.

La vida, con su forma tan única de sorprendernos, me llevó hasta aquí. Durante mi formación en Psicología y el máster en Intervención Infantil y Juvenil, descubrí que mi vocación estaba clara: acompañar a niños, adolescentes y familias en sus momentos más frágiles y transformadores.

No soy madre. Y aunque eso a veces genera dudas ajenas, he aprendido que el amor, la formación, la escucha genuina y el respeto por cada historia son también formas profundas de acompañar. Cada familia me enseña algo. Aprendemos y crecemos juntos. Formamos equipo.

Sé lo que es el síndrome del impostor. Lo he sentido muchas veces. Pero acompañar no es saberlo todo: es estar al lado.

He vivido experiencias que me marcaron para siempre, como mi voluntariado en Malta con niños con autismo. Allí confirmé que el lenguaje más poderoso no siempre son las palabras, sino la presencia, la mirada, el gesto.

Amo viajar, leer, escribir y aprender. Creo en el poder de la educación para transformar vidas, y me emociona ver cómo cambia la realidad de un niño cuando su familia tiene las herramientas adecuadas.

Vivo en Bélgica. Hace un año, Creanzalia era solo un sueño. Hoy es un proyecto con alma, nacido en uno de los momentos más desafiantes de mi vida.

No creo en fórmulas mágicas. Creo en la empatía, en la ciencia y en el poder que cada familia tiene para construir su propio camino. Mi rol es acompañar, iluminar, ofrecer preguntas más que respuestas.

Este espacio nace desde la autenticidad. Como yo. Como tú.

Gracias por estar aquí, gracias por confiar, gracias por caminar juntos.

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